sábado, 12 de enero de 2019

La primera cariátide

La descubrimos cada uno por su cuenta, pero cuando nos conocimos, fue una de las primeras cosas que compartimos.

Por Entre Ríos casi esquina 3 de Febrero, hay una hermosa casa.


Lamentablemente, por un tiempo fue un boliche, creo que de mala nota, porque en esa época se la vio algo deteriorada. Creo que incluso llegaron a pintarlo de negro, en parte o totalmente (no, las molduras no, por suerte).






Como pueden ver, ahora está en mucho mejor estado, una vez que el boliche cerró y no fue reabierto. Recuerdo que una vez pude mirar dentro y vi botellas vacías, tiradas por el piso, y desorden y suciedad.

Con molduras en perfecto estado, frente bastante bien cuidado y pintado, puertas originales y muy pocos cambios y deterioros en la fachada, es un caso de esas casas que querés comprar. Lamentablemente, está en alquiler desde hace varios años, como puede verse en el cartel.

Pero íbamos a hablar de la cariátide, ¿no? Bueno, acá está.


Gracias a ella descubrí que se llamaban así. Por eso es tan especial para mí. Además, obvio, de la belleza de esa casa y de cada parte.

Hay muy pocas de estas en Rosario, y de hecho, es la única que conozco personalmente, sobre todo después de que los destructores quitaran sin necesidad las que estaban en la balaustrada del local comercial de Maipú y Pellegrini.

Espero que todo siga igual. O mejor, que alguien interesado en ella pueda comprarla y preservarla cuidadosamente.


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