lunes, 25 de mayo de 2020

Curiosos pasajes en Zona Sur: Pasaje Ricart, Pasaje Peatonal y calles Sancho Panza y Patria

En 2018 tuve la oportunidad de conocer una parte de la ciudad de la que no tenía ninguna noticia, una que estaba totalmente fuera de mi radar. Por cuestiones de trabajo tuve que tomarme dos colectivos y atravesar gran parte de Rosario, varias veces a la semana.

En el camino encontré algunas irregularidades en la grilla, perro obviamente aquello no me terminó de contentar, porque al poco tiempo, al mirar el mapa, descubrí que a pocas cuadras había una gran curiosidad que debía registrar.

El asunto era que trabajaba muchas horas en ese lugar, tomaba mucho tiempo regresar a casa y la verdad es que nunca coordinaba para hacerme el tiempo necesario. Pero cuando tuve que ir por poco tiempo, para hacer algunos trámites finales (ya no iba a volver más por esa zona), acomodé todo. Otra preocupación era mi seguridad y la de mi celular; no es por menospreciar la Zona Sur, que tiene mala fama, pero era un barrio algo despoblado, y la verdad es que los robos y arrebatos te pueden suceder en cualquier momento y lugar. Pero bueno, dije, era mediodía, hacía calor y justamente no había nadie por las calles, lo cual era un plus a la hora de sacar fotos sin que alguien te mire raro o te haga preguntas.

Así que fui con mi celular, saqué las fotos, volví a casa contento... Saqué algunas fotos más en los siguientes días, y cuando las voy a bajar... Nada. Por un problema en mi celular, todas esas fotos se borraron o quedaron dañadas. Ya no había vuelta atrás, no iba a volver a ese lugar, lo cual me dio mucha bronca. Nunca me había pasado algo así. Mi celular ya tenía problemas pero eran muy esporádicos; algo así como un año después terminó muriendo sorpresivamente y el técnico me dijo que era el módulo principal, así que ahí debía radicar el problema.

Pero en fin... la cuestión fue que perdí las fotos y es una pena, así que lo de hoy es un poco tramposo, voy a tener que tirar de las fotos de Google Street View, pero no me queda otra. No voy a tomar dos colectivos y perder tres horas de ida y vuelta. Prefiero gastar ese tiempo en escribir entradas para este blog, como ahora.

Para empezar el recorrido tenemos que irnos a la zona comprendida por Anchorena y Avenida Nuestra Señora del Rosario, y entre Pueryrredón y Santiago. En esas cuadras, vaya a saber uno por qué locura de un agrimensor o urbanista, hay varias "calles" o mejor dicho, pasajes peatonales, que generan una extraña grilla alargada.

Reconstruyo mi recorrido, por lo que recuerdo. Yendo por Anchorena hacia el este, llegué al primero, el Pasaje Ricart. Tomé algunas fotos y me sorprendió todo. Básicamente es una pequeña callecita peatonal, como puede verse en la foto, por donde apenas pasan un par de personas debido a los árboles, que por otra parte dan mucha sombra y fresco. Una cosa hermosa, pintoresca y útil. Creo recordar que había cierto tránsito y algunas sillas en la vereda.



A primera vista, si uno no supiera lo que busca, tenderíamos a creer que aquello es un patio compartido, un capricho de vecinos, de lotes mal armados o algo así, pero no, está marcado en el mapa con nombre y todo, y la prolijidad del asunto nos dice que es algo oficial, y que la gente lo cuida. No solo estaba limpio sino que tampoco vi pintadas o cosas así.

Seguí por Anchorena y de pronto, de nuevo, si uno no sabe lo que busca... de la nada aparece el Pasaje Peatonal (que bien le podrían haber puesto un nombre menos genérico, no?).



Este, sin embargo, es mucho más ancho, tanto que pasa un auto por el medio... que está estacionado. De nuevo parece más bien un estacionamiento compartido para los vecinos, pero cuando miramos más de cerca, vemos que hay dos vereditas para personas, una a cada lado, y en el medio los autos se pueden estacionar, pero también podrían circular si está vacío.


De hecho, hay una rampa que va desde la calle hacia el pasaje, para que los autos puedan pasar más cómodamente. Como se puede ver, es un pasaje peatonal medio raro, más bien le vendría un nombre de calle. Los frentes de las casas dan todas a esas vereditas de cemento, y de nuevo, recuerdo haber visto chicos jugando en bicicletas y gente sentada en la vereda, descansando un poco.

La verdad es que luego no recuerdo por donde fui: pasó el tiempo y la idea era comparar las fotos con lo que dijera GSV, pero a falta de fotos... Lo que puedo hacer ahora es meterme más adentro de los pasajes, cosa que en su momento no hice por falta de tiempo, y ver cómo son en el centro de este microcosmos de callecitas.

Me encuentro entonces que la calle Sancho Panza, que atraviesa a ambos pasajes, es en realidad, igual a estos pasajes en cuando a construcción. "Comienza" en Callao como una calle cualquiera de cualquier barrio, con veredas de pasto y zanjas, pero justo al llegar a Pueyrredón, justo antes de estos pasajes, se angosta y de pronto hay dos franjas de cemento paralelas, justo para que pasen autos, y pasto y tierra entre las dos, al igual que a los costados. ¡Eso no es una calle!



Sin embargo, el auto de GSV logró meterse, así que tenemos imágenes desde dentro que lo confirman. Es más bien un pasaje, callejón, o como quieran llamarlo; sin embargo, se ve que se mantiene limpio y tranquilo.


¿Qué cosa hace que una calle se convierta en esto de un momento a otro? Yo calculo que una mala escuadra, un mal lote, y luego el desinterés del Municipio para corregir el error, que implicaría tener que expropiar varias casas para demolerlas o acortarlas y crear el espacio adecuado para que la calle tenga el ancho suficiente. La verdad, tampoco es algo grave ni malo, pero justo junto a estos otros dos pasajes, llama mucho la atención.


El microcosmos de este barrio... uno piensa que debe ser hermoso tener tantos pasajes. Sancho Panza y Eduardo Ricart, una esquina en donde los chicos espían al raro auto de GSV.

No los aburro más con las fotos; basta decir que Sancho Panza sigue así, con esas dos bandas de cemento paralelas cruza metros después la calle Bolonia, no sin antes recorrer algunos metros de casas con altos tapiales; veredas encajonadas, sin espacio ni para árboles ni para zanjas.

Ah, pero pasando Bolonia, de pronto cambia todo. Hay arbolitos, veredas más lindas (obviamente pagadas por los dueños de casa, que por ahí tienen unos pesos de más) y más pasto. Ah, y está bien clarito que Sancho Panza es un pasaje peatonal, pero pueden pasar autos libremente, oiga... si hasta me dejan las dos franjas de cemento para meter las ruedas!!

Hacemos unos pasos más entre casas bien de barrio (con detalles humildes y otros no tanto) y llegamos a la intersección de Sancho Panza y el ya mentado Pasaje Peatonal, que parece que no es el único y sigue mereciendo otro nombre.

Sancho Panza a la izquierda, y en frente, el Pasaje Peatonal. De nuevo gente en la vereda, ahora perturbada por ese auto raro que se metió en las callecitas que no deberían tener autos, pero bueno...

Podemos ver el estilo "ecléctico" de la edificación, prolija pero sin muchos adornos. Este es el estilo de todo el barrio: hay casas más decoradas (por ejemplo, con paredones de lajas) y otras con puertas de metal hueco y revoque grueso; algunas con dos plantas y otras de una, etc.

Y más chicos, ahora en bici...
Realmente, creo que si uno no conoce la zona, es un lugar donde nos podríamos perder perfectamente, una especie de Parque Chas en miniatura. Por suerte las calles están señalizadas en las esquinas y las cuadras son cortas (recordemos que hay dos pasajes en esas cuatro cuadras). Pero aunque cada cuadra tiene su ambiente, algunas con árboles, otras con arbustos, otras sin nada, creo que si alguien se muda ahí se sentiría al menos un poco mareado en los primeros días.


Pero bueno, vamos terminando el recorrido. Si seguimos por Sancho Panza, al llegar a la calle Santiago de pronto todo vuelve a la "normalidad": como por arte de magia, como si todo hubiera sido un hechizo, vuelve la cinta asfáltica y de pronto es una callecita común de cualquier barrio. Ahora sí no aburro con las fotos, porque si tengo que poner una cada cincuenta metros... pero es que cada cincuenta metros cambia todo!!


Casi siempre cuando me encuentro con curiosidades como estas, comparo el mapa de GSV con el de la Municipalidad de Rosario, porque este suele tener datos que el otro tiene confundidos u omite. Y acá encuentro otras particularidades.

Primero, el pasaje Ricart tiene sentido de circulación hacia el sur, como si no fuera peatonal sino vehicular. Lo mismo pasa con el Pasaje Peatonal.

Segundo, la fracción de Sancho Panza que corre entre Pueyrredón y Santiago aparece también como Pasaje Peatonal, como si la calle perdiera su nombre e identidad. En el mapa de GSV eso no pasa. ¿Por qué pasa esto? Irónicamente, cuando llegamos a Santiago, no parece haber un gran cambio en la anchura de la calle; yo creo que en todo caso está mal hecho el loteo de las parcelas, dejando veredas demasiado angostas, o no sé... De hecho, si miramos bien el mapa de la Muni, se nota que el ancho de las dos son distintos.

La verdad es que, sin ir de nuevo al lugar, no puedo confirmar ninguna de esas opciones, así que tengo que creer más a la Municipalidad. De hecho, como ya hemos visto, la calle cambia tanto en su aspecto que parecen dos arterias diferentes.

Pero aquí no termina todo... El pasaje Peatonal sigue, y como se puede ver en el mapa de arriba, se cruza con una extensión curiosa de la calle Patria, que también pasa a hacerse callecita peatonal.

Volvamos a mi recorrido por un rato, porque aquí sí recuerdo haber ido. Pasaje Peatonal y Regimiento 11. Me acuerdo que me quedé ahí, saqué unas fotos como pude (porque había gente en esas esquinas). Como antes, llama la atención lo finita de la cuadra: apenas unos pocos metros entre esquina y esquina. Y si de un lado tenemos una casa bastante pituca, con arbustos y flores en el frente, y un enorme paredón casi sin grafitis sobre el pasaje, del orto lado tenemos una pared antigua, ya marcada por la intemperie, y llena de escrituras.

El contraste es mayor si giramos la cámara: del otro lado, donde me paré yo para sacar estas fotos perdidas, hay unos galpones que no inspiran mucha confianza (ahí es donde más temí que saliera alguien con una bicicleta a robarme), veredas de cemento crudo y ni un arbolito muerto.

Ahí terminó mi viaje a pie, porque ya no tenía tiempo y como dije, tuve miedo de que entre tantos pasajes apareciera alguien y me manoteara el celular.

Sin embargo, cuando volví a casa revisé los mapas y puedo asegurar que ese pasaje no estaba. Lo juro. Lamentablemente como dije antes perdí las fotos y demoré mucho en escribir esta entrada, pero supongo que en el año y medio que hubo en el medio alguien actualizó los mapas (creo que el equivocado era el de GSV), y ahora aparece no solo la extensión de este Pasaje Peatonal (que llega hasta la avenida Nuestra Señora del Rosario, que a esa altura tiene menos de avenida que Argentina de Primer Mundo) sino también la extensión "clandestina" de la calle Patria, ya mencionada.


Así, en una manzana medio galón, medio descampado (no alcanza ni para un potrero) termina el tan extraño "Pasaje Peatonal", sin nombre oficial hasta donde sé.

Hasta acá más o menos terminaba lo que iba a decir. Mi idea era volver con las fotos y reconstruir lo de las cuadras perdidas del Pasaje Peatonal, que en esa época no estaba en los mapas y aparecía como una cuadra entera. Y listo. Pero ahora descubro lo de esas dos cuadritas de la calle Patria, así que tengo que cerrar todo el asunto. Digamos que es un extra, un bonus, un regalito por haber llegado hasta acá.

Patria es una calle paralela a la Avenida Ntra. Sra. del Rosario, varias cuadras más hacia el este, en una división de calles que debe tener raíz en una antigua vía de tren. Cruza Oroño, hace dos cuadras como cualquier callecita de barrio, sin mucha vereda, con espacio apenas para algún viejo canasto de la basura y algún arbusto perdido, y de pronto ¡zas! llega a Santiago y se convierte en otro de estos pasajes que forman este enrejado de "pasajes peatonales/callejones" que caracterizan estas cuadras. Realmente, algo me dice que alguien planificó todo esto, porque es demasiada coincidencia...

Nótese, de nuevo, el contraste entre las dos casas de las esquinas.

GSV no se mete, aunque la situación es la misma que en Sancho Panza: una calle en toda regla que muta a callejón. A lo mejor porque el conductor ya está cansado, confundido y medio harto de tantas cosas rara; a lo mejor porque no sabe si la calle sigue o se corta.

Porque si hacemos zoom, la verdad, no nos queda muy claro.


De nuevo vemos la misma configuración, aunque acá como las casas no dan al pasaje, en vez de veredas tenemos pasto.


De manera que no tenemos fotos de la esquina de Pasaje Peatonal y Patria, porque el auto de GSV no se metió por ninguna de las dos, pero así termina Patria en la calle Bolonia. Justo enfrente de Asociación Vecinal Barrio Parque Sur, en una casita con arbolito y una palmera del otro lado.

Siempre, siempre las callecitas de cemento paralelas, para los autos, aunque no puedan pasar por los árboles.

Y así termina este largo, largo recorrido por una anécdota que empezó con unas fotos que se perdieron y terminó descubriendo cuatro calles anormales en la misma zona de Rosario. ¿Coincidencia? Yo diría que no.