Lo anoto acá bajo la etiqueta "los perdidos", pero realmente, no lo lamento. ¿Por qué? Porque es una de esas postales del abandono, de la desidia y de la tristeza que generan varias cuadras de la sección céntrica de calle San Juan, más o menos entre Corrientes y la Cortada Barón de Magua (una que tengo que reseñar pronto).
Es de público conocimiento que esas cuadras están llenas de edificios abandonados, sucios y fuera de mantenimiento; de negocios que sobreviven con lo justo y muchas cuestiones edilicias negativas. Hace unos meses, por suerte, la Municipalidad, dentro de un plan que apunta a mejorar la zona, instaló en esas cuadras unas luminarias superpotentes, que hacen que la noche sea de día. Pero los edificios siguen ahí, languideciendo lentamente.
Hace unos días pasé por una de esas esquinas y vi la demolición. Tomé nota del lugar: al lado de Italhogar. Realmente no recordaba lo que había ahí, y ahora, al verificarlo, respiro doblemente aliviado: NO era un edificio antiguo, y era uno de esos lugares que uno no quiere ver más.
De noche, ni te la cuento, era muy divertido pasar por el lugar y esperar que no te robaran, mataran o algo. |
Así que, como tomo nota de lo malo, tomo nota también de lo bueno, como para cortar la racha con las demoliciones de cosas hermosas (hay un par más en carpeta, lamentablemente, documentadas y esperando ser publicadas). Espero que pronto el lugar se convierta en un bello edificios, que ayude a mejorar la zona, reavivar la actividad de los comercios y evitar que otros lotes, con edificaciones más bellas, sean destruidos inútilmente.
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