Entre un estacionamiento y una joyería descansa esta joya en bruto.
Aparentemente tiene espacio para dos negocios delante, y una puerta doble que da paso a un pasillo; por lo que se ve arriba eso lleva a una serie de habitaciones, por lo que supongo que esto fue en algún momento una pensión o conventillo.
Estas dos fotos son de 2018, de GSV, es decir que ya casi tienen dos años. El tiempo ha pasado y obviamente, se va deteriorando, lo cual es una pena.

No suelo caminar por esa cuadra porque enfrente demolieron un hermoso, hermoso edificio que debió haber estado protegido patrimonialmente. Pero bueno, pasé y encontré esta joya.
Para no cruzarme, y porque no tenía tiempo, le saqué fotos a lo que estaba más cerca: las puertas.
Cerradas así con candado da una sensación de mucha pena. Apenas ves una casa cerrada con candado, sabés que está vacía y tal vez media muerta.
Pero mirando más adentro, uno ve el interior y ya se enamora y empieza a pensar... Es una pena no tener dinero para comprarla y ver qué puedo hacer con ella. Y hacerla brillar de nuevo.
Encima, en el fondo se ve una puerta o división de vidrio que te llama. ¿Habrá un jardín del otro lado, desde donde sale esa luz? Qué curiosidad...
En fin, lamentablemente pasa el tiempo y las plantas siguen creciendo sobre los balcones. Esperemos que alguien la compre pronto y la haga brillar.
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