lunes, 16 de noviembre de 2020

Reciclando en Entre Ríos al 500

 Hay zonas del micro/macrocentro de Rosario que están muy abandonadas. Con edificios más o menos antiguos que están abandonados, maltratados, mal usados, mal mantenidos... Zonas que podrían estar mucho más lindas y animadas.

Dos ejemplos son calle Entre Ríos y Corrientes, por la zona que hoy vamos a tratar.

Como con otros lugares de esa zona, cada tanto paso por estas cuadras y veo lugares que merecen un mejor destino. Tal es el caso de esta casa de dos (¿tres?) puertas casi en la esquina con Urquiza (a pocos metros de la "casa natal del Che", que tanto se promociona turísticamente).


Esta foto de agosto de 2019 la muestra a la venta, maltratada, pero irónicamente, parece que antes estuvo peor. Los grafitis y carteles nos dejan ver las puertas, al menos; y también una ventana, que hace unos años estaba tapiada. Lo que sí siempre estuvo patiada, parece, es esa "puertita" junto a la de la derecha, que no sé si será una puerta de servicio o qué.

(Como siempre, me voy a valer de Google Street View por un rato para ir reconstruyendo la historia visual de la casa.)


En esta foto de octubre de 2013 la vemos más limpia, pero también, con amenaza de intrusión; seguramente porque la puerta está abierta, y por eso también tapiaron la ventana con ladrillos.


Eventualmente deben haber querido entrar por la otra puerta y por eso alargaron el cerco hasta llegar a la segunda. Arriba todo sigue igual; las persianas y la ventana desencajada no han sido movidas. Esta foto es de marzo de 2015, así que el cambió ocurrió entre esas dos fechas.

Todo indica que la casa, deshabitada, no estaba a la venta y justamente por eso, como suele suceder con muchas otras casas, es vallada y algunas eventualmente terminan vendidas por el lote y destruidas. Sin embargo algo cambió durante 2019.


En enero de ese año, para cuando se toma esta foto, vemos que la ventana que estaba apoyada sobre la abertura ya no está; ¿alguien la sacó? Finalmente, llevamos a la primera foto de este artículo: en agosto de 2019 está sin la valla, expuesta al vandalismo pero en venta, con una prometedora aclaración: "500 metros cubiertos para reciclar."


Flash forward al presente, a hace unos pocos días. Pasamos por ahí y obviamente al ver las obras, le tenía que sacar fotos y mostrarlas acá. Después de todo, de esto se trata el blog, ¿no?

La parte de arriba está exactamente igual. Todo ese cemento chorreado, tal vez para tapar una grieta, sigue ahí. Por favor, que lo limpien, quién hizo eso?


Abajo, sobre la valla de chapa corrugada, tenemos una idea más clara de lo que quieren hacer: reciclarlo como edificio de departamentos, con unidades duplex, monoambientes de un solo dormitorio. Los renders lo hacen ver como algo muy moderno y funcional, y de pronto me veo viviendo ahí... si es que son tan lindas y no terminan siendo claustrofóbicas. Por lo que pude ver en los mapas de la Municipalidad, el lote no es demasiado grande...


Acá se pueden ver más detalles de lo que digo. De todas maneras, me quedo con lo que plantea el render de la fachada: preservarla bastante y sumar un piso o semipiso más sobre la baranda de la terraza, supongo que cerrado con chapa corrugada simulando un techado de pizarra. Lamentablemente se van todas las aberturas, pero bueno... por lo que se pueden ver en las otras fotos, estaban más que castigadas por el abandono y el vandalismo. 


Supongo que se podrían haber recuperado, pero como suele suceder, es mucho trabajo o costo, y a veces los desarrolladores no tienen ganas de hacerlo o no quieren mezclar demasiado lo antiguo con lo moderno. Lo que sí se va para mejor es ese agujero tapiado, que no sé si habrá sido una puertita de servicio a qué cosa.

En definitiva, aunque no nos guste todo, es de celebrar que se pueda recuperar algo, lo que más está a la vista, y además esta parte de la ciudad se siga reactivando. Esta edificación tiene un nivel de protección de grado 3b, que aparentemente, si no leí mal, implica que se puede adecuar todo lo interno para modernizarlo y hacerlo más higiénico y "habitable". Debe ser por eso que no lo demolieron completo; además, es un lote tan pequeño que no permite la construcción de edificios más grandes.

En definitiva, no sé qué tanto patrimonio artístico o histórico tenía ese edificio, que de hecho no parecía muy antiguo; su estilo estaba demasiado lavado. Pero es hermoso que se preserve e impida el crecimiento de más y más edificios anónimos, sin estilo, sin alma, sin arte.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Vestigios en Catamarca al 1100

El otro día caminábamos un poco, ahora que se puede y el clima está mucho más agradable, y paseamos por la costa aunque había otros caminos tal vez más cortos.

A lo lejos vi una edificación antigua y me pareció que la estaban demoliendo, pero no.

Ya había pasado.

Y al acercarme vi más vestigios...



Así como lo ven, la anónima y humilde casita fue vaciada para que un engendro la parasitara. Sin embargo nos quedó parte del caparazón, lo cual no es poco; y encima en buen estado. Se podrían haber jugado a pintar todo del mismo color, pero bueno... Me pregunto si no nos perdimos de algo más, si de verdad el lote era tan angosto, etc.

Pero como digo, al acercarme descubrí no solo esto, sino algunos vestigios del pasado que me llamaron la atención.


Si vemos con cuidado, descubrimos que este edificios, con la línea de edificación curiosamente retirada hacia atrás, está "insertado" en las medianeras de una construcción antigua, o más bien, pareciera que dos construcciones antiguas sobrevivientes, una a cada lado. 

Como se puede ver en estas fotos, los estilos son muy diferentes, y pareciera que son los restos de los edificios de cada uno de los dos costados.



El cablerío endémico de Rosario arruina todo, como siempre, pero ya tenemos una idea. Por lo menos nos queda eso...

Al ver todo esto me queda el recuerdo de Roma, Troya y otras muchas grandes ciudades de la Antigüedad, que fueron demolidas y reconstruidas varias veces sobre sus versiones anteriores. Aunque no tenemos los mismos años encima, es el mismo proceso. No sabemos qué se edificará dentro de otros cien, cuando estos edificios sean demolidos o reformados.

Ojalá vengan cosas más lindas, eso sí.


 


martes, 1 de septiembre de 2020

Placa de la imprenta Caille & Vola en Moreno casi Wheelright

Estábamos caminando así que no tuve mucho tiempo como para sacar fotos, pero reconocí la esquina y aproveché.

En este edificio, que no sé si está abandonado o en uso, funcionaba hace tiempo una gran imprenta, o "emprendimiento litográfico" como dice la placa que luego veremos.


Hace tiempo descubrí que existía en el grupo Basta de Demoliciones, y aunque está cambiado (lo han pintado y no tiene tantos grafitis), sigo sin saber a ciencia cierta si está activo o no, y para qué se está usando.

Pero vamos a lo del título; a la izquierda de la foto anterior, en la medianera del edificio vecino, hay una placa que recuerda la función del edificio, y lamentablemente, no está en buenas condiciones.


Como puede verse, un montón de cascotes y desechos están debajo; es un lugar ideal para que duerman personas en situación de calle, y no de una buena manera. Afortunadamente, los grafiteros saben respetar ciertas cosas, como el relieve de la placa, pero no está para nada protegida.



El acercamiento (zoom mediante, porque los escombros me impiden acercarme) nos permite ver lo que dice claramente: "Establecimiento litográfico Caille & Vola fundado el año 1911". De nuevo, lamentablemente las letras y el relieve de los dibujos están algo carcomidos, y no le vendría nada mal una restauración o reparación bien hecha.

Ni hablar del marco de venecitas y de la moldura faltante, pero bueno... esperemos que alguien alguna vez se ocupe.

jueves, 20 de agosto de 2020

La tan temida demolición en Buenos Aires al 1700

Ya la mostré un poco en esta entrada de 2014, cuando ya estaba vallada.

Esta casa tenía un significado especial para mí porque la conocí por dentro. Entre 2007 y 2010, más o menos, pertenecí a una asociación en la que conocí a muchas personas, entre ellas la dueña (o una de las dueñas) de la casa, que por un tiempo instaló ahí una librería. Algunas veces fui a sacar fotocopias; era un hermoso caserón, que daba mucho espacio para instalar casi cualquier tipo de negocio.

Una o dos veces, en preparación a un evento que organizaba la asociación, pasamos y utilizamos un par de habitaciones y el amplio patio lateral (que funcionaba como cochera) para armar diversas cosas que se necesitaban. De nuevo puedo decir que era un caserón enorme, bien mantenido y con detalles muy bonitos. Lamentablemente, como estábamos trabajando, no tuve tiempo ni idea de sacar fotos. Parecía que el lugar no se iba a ir a ninguna parte...

Pero pasó el tiempo, la asociación se disolvió y perdí contacto con todas estas personas, al menos por unos años. Mientras tanto la librería cerró, dejé de ver a la dueña (que tampoco conocía mucho, pero era una mujer muy razonable y amable) y bueno, así quedó todo.

Unos años después, pasé y todo estaba tapiado, como ya comenté en la entrada anterior. Desde 2013 (o tal vez desde antes, no hay registro anterior en GSV) estaba así, con su cara tapada, lamentablemente muriendo de a poco.

Sin embargo cada tanto pasaba y la miraba. Imaginé muchas veces que la compraba y la restauraba; uno de mis ideas era que, a pocos metros de calle Pellegrini, podría convertirse en un bar o restaurante, aprovechando los amplios espacios que yo recordaba. A lo mejor hubiera sido imposible por la disposición de las habitaciones, dónde poner los baños y la cocina, pero uno soñaba... El patio que era cochera se podría convertir en un pequeño jardín para poner mesas afuera, expandiendo la capacidad y dando la opción de comer con algo de verde alrededor. Hasta tenía pensado que podría funcionar como salida de emergencia, llegado el caso. ¡Tenía todo planeado! Y no importaba si lo hacía yo u otra persona.

El tiempo pasó y pasó. El cartel de seguros siguió ahí, como se puede ver en la primera foto de esta entrada, hasta agosto de 2017 como mínimo. Bastante poco, si lo pensamos, apenas 3 años. Sin embargo, en ese tiempo pasaron cosas, y todo se ve que fue para peor.

En la siguiente foto de GSV, de 2018, no solo han quitado el cartel, lo cual está bien porque era algo de seguridad, sino que habían tapiado la puerta con ladrillos, una práctica que la verdad me resulta muy triste y lamentable.

Y no era lo único: como puede verse, del otro lado había un tapial con una puerta, que daba acceso a un patio amplio en el cual funcionaba una cochera. En la foto de arriba (de 2018) puede verse apenas a la izquierda; en esta, que es de 2015, se ve claramente.

Ese portón es tal vez la principal muestra del deterioro. El revoque se empezó a caer; de eso puedo dar fe porque cada tanto pasaba. Además, así como tapiaron la puerta de entrada de la casa, lo hicieron con la del estacionamiento. Esto, que a veces es para evitar intrusiones, lamentablemente termina de condenar a la casa, porque luego es más difícil de removerlo. Es la primera palada de tierra...

En esta foto de enero de 2019 se la puede ver ya con la puerta no solo tapiada sino también vallada, y con el muro elevado para hacer más difícil todavía la intrusión.

Sin embargo, yo guardaba esperanzas de que pasara algo bueno...

Lamentablemente, el otro día, yendo con ella, la miré y di un salto que la asustó. Por toda la cuestión de la cuarentena, no había pasado por ahí, porque uno camina y viaja mucho menos. Y fue ese momento en el que decidieron matarla.

Apenas pude ver una parte de la fachada, junto con el cartel de la demolición y algunas telas negras, tristes mortajas para despedirla.

Ahí va, una menos. Una de las razones por las que yo pasaba por ahí era para verla y soñar... pero ahora ya no tengo tantas ganas de pasar por la plaza López.