Lo que me gustaba de dicho local, que tiene una fachada bastante plana, era que algunos detalles de su pasado arquitectónico estaban presentes. Fundamentalmente, una guarda de molduras que simulaban columnas, y dos molduras de rostros, las caras de dos hombres barbudos.
Hará cosa de un año, o tal vez dos, pasé por ahí con el colectivo y ya no estaban. Así de simple. Todo hace suponer que los dueños, o los amigos de lo ajeno, decidieron sacarlos de su lugar y venderlos, porque la extracción parece haber sido bien hecha y no quedaron rastros de la misma. Solamente los ganchos sobre los que colgaban.
Lamentable depredación del patrimonio urbano, pero bueno, ya casi no quedaba nada allí. Arriba, la foto de Google Street View, que otra vez justo no pasó por esa cuadra y me impide obtener fotos más detalladas y de cerca.
Abajo, dos fotos que saqué hace unas semanas con mi celular. Mucho más no puedo contar.
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