
Lamentablemente el ancho de la vereda, el hecho de no poder ponerme en la calle y no tener una cámara ayudaron a la poca calidad de la imagen. Encima estaba cayendo la tarde y los colores salieron apagados y con algo de ruido.
Pero al menos es algo. Esta casa parece abandonada. Siempre que pasaba parecía cerrada, tanto puertas como ventanas, pero hace un tiempo vi que su dueña estaba baldeando la vereda y por lo tanto estaba habitada. Por lo demás, está en bastante buen estado: sin grafitis ni grandes destrozos, ni remodelaciones apresuradas o malas.

A las ventanas también, ya que estamos, le vendría bien sacarles el óxido. Pero no se puede todo. Por lo menos la puerta cegada está tapiada prolijamente.
Si puedo, más adelante actualizo la entrada con mejores fotos.
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