martes, 14 de julio de 2020

Fachada azul en Juan Manuel de Rosas al 900

En nuestros frecuentes paseos por la zona pasamos regularmente por una linda casita, de estilo bastante ecléctico (tiene líneas de art-decó pero molduras y detalles más tirando a art-noveau), que realmente merece más atención y que debe haber tenido mejores días. Si bien a primera vista no está arruinada, sí parece abandonada y descuidada.

Yo la llamo la casita azul de Juan Manuel de Rosas.


Como puede verse, en algún momento alguien le dispensó cariño: aunque no nos guste el color, está prolijamente pintada y la pintura no se descascaró demasiado. Los detalles de molduras en dorado son algo a tener en cuenta.






Intuyo que las rejas son nuevas; al igual que las puertas, deben haberse puesto hace un par de décadas para actualizar la casa, o tal vez porque las originales de madera estarían rotas o deterioradas. La disparidad de las molduras (la de la izquierda, sobre estas líneas, no tiene cara sino solo flores) me hace pensar que antes era una ventana, o que era una puerta diferente, al vez de un departamento de pasillo, y que por lo tanto tenía menos valor o que así era percibido y debía ser separado visualmente del resto. Y de hecho me queda la duda de si alguna de las puertas no fue antes una ventana; de hecho esa puerta no tiene escalón, por lo que se me hace que debía ser una ventana y al abrirla decidieron dejar el acceso a nivel de la vereda. El remate de la terraza también me dice eso: era algo diferente al resto.

Mientras estaba buscando la dirección exacta de esta casa, veo que lamentablemente ha sido modificada, y no me di cuenta. Mis fotos son de agosto de 2016, ya casi cuatro años!! Son otras de tantas fotos de mis archivos que han quedado sin publicar.

Si vamos a esa dirección en GSV, vemos que desde 2013 hasta 2018, no hubo ningún tipo de cambios: más allá de algunos grafitis y cosas de deterioro menor, todo igual de azul. Pero desde agosto de 2019, al menos, (*) se ve así:



Como puede verse, incluso le han hecho una rampita en la vereda para subir y bajar el auto.

¿Buenas o malas noticias? La buena es que las molduras no se perdieron. Es imposible saber qué se perdió dentro, pero bueno, al menos los angelitos dorados siguen ahí. Las puertas, como ya dije, creo que ya se habían perdido mucho tiempo antes, y estas no tenían ningún valor artístico. En definitiva, creo que es un buen empate.

Este es uno de esos edificios anónimos que siempre me llamó la atención, y por los cuales temo. No son llamativos, no deben estar protegidos y en ese lugar son presa fácil de especuladores inmobiliarios. Para colmo, desde hace años está igual, deteriorándose en silencio, sin nadie que limpie los grafitis o repinte la fachada. Nunca vi a nadie entrar ni salir, ni ningún negocio funcionando ahí, una placa... nada, y eso que hasta hace un tiempo pasaba seguido. El saber que alguien lo usa, al menos me da algo de esperanza: tal vez el día de mañana se pueda recuperar un poco más. Y así esos angelitos seguirán brillando.


(*) Teniendo en cuenta que desde marzo que ni puedo salir de casa, no es tan grave que no haya visto el cambio... supongo que desde agosto del año pasado dejamos de pasar por esa zona cuando volvíamos del Monumento, o que realmente estaba mirando para otro lado, porque debería haberme dado cuenta. En fin, ahora no tiene mucho sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario