miércoles, 6 de enero de 2016

Los perdidos (I): Vera Mujica y San Lorenzo

A veces no llego. Soy humano. Tengo ocupaciones, poco tiempo, no dispongo de un automóvil y entre todas esas cosas, suele suceder que algo se pierda. Me entero tarde de que un edificio está siendo demolido, o paso con el colectivo y no tengo tiempo o ángulo para lograr una buena foto antes de que caigan los martillos. A veces tapian una casa y pienso que solo la abandonarán, pero cuando paso una semana después, nada queda.

Odio que pase eso.

Pero a veces no queda otra, y hay que aceptarlo. El paisaje urbano se modifica y esas esquinas o esos lugares no vuelven. En esos casos, para preservar su memoria, lo único que puedo hacer es tirar de los archivos de Google Street View. Esa máquina del tiempo que es más misericorde que muchas personas.

Así que inauguro hoy esa sección que hace rato vengo rumiando, con uno de estos casos perdidos. Este es un edificio que veía habitualmente, ya que el 101 dobla justamente en esa esquina para esquivar la megamanzana del Hospital Centenario y de la Facultad de Medicina.

Estuvo allí mucho tiempo: una casa hermosa, para una familia grande, aparentemente dividida en dos porque tiene dos puertas de ingreso. Aunque sus rasgos arquitectónicos no eran de gran escuela, sin molduras exageradas ni estatuas ni nada "loco", las dos piezas como castilletes y las molduras bajo los aleros le daban un aire hermoso. No he visto muchas como esta, creo que porque son de un período intermedio: pasando a una arquitectura más moderna, todavía conservaba detalles como las columnas pequeñas en las barandas de la terraza, o rejas más elaboradas.

Por si fuera poco, encajaba perfectamente en esta esquina tan tranquila y arbolada, se ve que fue bien diseñada para esto.

Estas fotos son de 2013 (por suerte GSV ya estaba). En un momento de 2015 la casa comenzó a ser tapada con cerco de publicidad, lo que suele significar dos cosas: el abandono o la demolición. Primero una parte, como lo atestigua la versión más actual de GSV. Se ve que primero se fue una familia, y luego la siguiente. Un día simplemente pasé y estaban quitando las rejas. Al ver eso comprendí que ya estaba condenada.

Hay un par de lugares en la ciudad que recibo con los ojos cerrados. Cuando paso por allí con el 101 decido mirar hacia otro lado. Prefiero recordar así la esquina. Los dejo con las fotos, sin nada más para decir.













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